Braquioplastia

El objetivo de la braquioplastia es eliminar el exceso de piel y grasa de los brazos.  Los candidatos ideales a esta intervención son aquellos cuyo exceso es más cutáneo que de tejido graso. El exceso de piel y grasa que le dan un aspecto “colgante” al tejido de la cara interna del brazo puede ocurrir debido a pérdidas importantes de peso o al propio paso del tiempo.

El paciente ideal para la braquioplastia es aquel que se encuentra en normo peso o ligero sobrepeso, pero que a pesar de la dieta y el ejercicio físico presenta un exceso de piel y grasa en los brazos con un aspecto de tejido colgante.

Cara interna del brazo: la cicatriz se encuentra en la cara interna del brazo, desde la axila hasta 3 cm por encima del codo. Su localización está pensada para que quede  oculta en la mayor parte de actividades del día a día.

La cirugía de braquioplastia se realiza en quirófano para garantizar la máxima seguridad antes, durante y después del procedimiento quirúrgico. El procedimiento quirúrgico dura unas dos horas aproximadamente y se realiza con anestesia general. Durante la cirugía de braquioplastia se realiza en primer lugar una liposucción del tejido graso de la cara interna del brazo en caso de que sea necesario. Una vez hemos eliminado ese exceso de tejido graso realizamos la resección de la piel sobrante con el patrón de cicatrices citado anteriormente. En algunos casos en los que el exceso cutáneo se prolongue hacia el tórax puede ser necesario ampliar la cicatriz en dicha dirección. Después de la cirugía el/la paciente debe llevar una faja compresiva que mantendrá durante unas 4 semanas. En esta cirugía se colocan un drenaje en cada brazo que generalmente se retira a los dos o tres días. Recomendamos permanecer hospitalizado después de la cirugía durante 1 noche para controlar que el postoperatorio transcurra sin ninguna complicación y con el mayor confort posible para el/la paciente. A la mañana siguiente el/la paciente recibe la visita del Dr. Mas y si no hay incidencias, es dado/a de alta hospitalaria. El seguimiento posterior se realiza en la consulta.

Tras la cirugía todos/as los/as pacientes reciben tratamiento analgésico para que las molestias sean las mínimas posibles. En general se sobrellevan muy bien y desaparecen prácticamente en torno a la semana. En 1 a 2 semanas los/as pacientes están haciendo vida normal. Es importante que realicen un descanso de la actividad deportiva durante el primer mes postoperatorio. Tras dicho mes se puede retomar la actividad deportiva sin limitaciones. También aconsejamos el uso de una faja compresiva específica día y noche durante las primeras cuatro semanas.

Los riesgos asociados a la cirugía son afortunadamente muy infrecuentes, pero es importante que los conozcas. Por ello el Dr. Mas Debón te dará toda la información que necesitas acerca de posibles complicaciones. Algunas de ellas son las siguientes:

• Sangrado
• Infección
• Cicatrices patológicas (queloides, hipertróficas…)
• Alteración de la sensibilidad de las zonas tratadas.
• Seroma
• Dehiscencia de herida

Los resultados se aprecian de manera inmediata, con una gran mejoría del contorno y forma de los brazos, pero es necesario dejar pasar un tiempo para que baje la inflamación y el edema de la cirugía. El resultado definitivo se aprecia entre los 6 meses y el año. Durante este tiempo es muy importante asociar el procedimiento quirúrgico a unos hábitos de alimentación saludables y ejercicio físico para conseguir que el resultado de la cirugía sea el mejor posible. Las cicatrices se colocan de tal manera que queden ocultas a la vista. Durante los primeros meses las cicatrices presentan una coloración más rojiza y son más aparentes, pero al año son mucho más pálidas y prácticamente inapreciables por norma general.

El resultado final de la braquioplastia es tremendamente satisfactorio para nuestros/as pacientes, con una gran mejoría del contorno y volumen de los brazos.