El ácido hialurónico es un glicosaminoglicano que se encuentra en gran parte de los organismos vivos, entre ellos los seres humanos. El ácido hialurónico se ha establecido como una de las mejores sustancias para rellenos faciales debido a sus características de biocompatibilidad, durabilidad y mantenimiento del volumen.
Con el ácido hialurónico podemos mejorar tanto arrugas (finas o gruesas) como surcos de la cara que aparecen como consecuencia del envejecimiento. Las zonas más habitualmente tratadas con ácido hialurónico son: labios, zona malar (pómulos), surco nasoyugal, surco nasogeniano, líneas de marioneta, marcación de líneas mandibulares (en hombres) y rinomodelación.
El proceso de relleno con ácido hialurónico es sencillo, realizándose en consulta tras aplicación de una crema anestésica. El proceso dura unos 30 minutos y los resultados se aprecian de manera inmediata. El resultado definitivo lo podemos apreciar a partir de 1-2 semanas y la duración del efecto varía entre 6 a 12 meses, según individuos.