Rinoplastia

La nariz es un elemento fundamental de la estética facial por su posición y complejidad. Aquellas personas que no se encuentran a gusto con su nariz pueden ver muy afectada su autoestima y la manera en la que interaccionan socialmente.

Debido a la complejidad y variabilidad de la nariz existen diversos motivos por los que una persona puede no gustarle la misma. Puede tener relación con la forma, ya sea en la zona de la punta nasal, en la giba o dorso nasal. O bien en lo referido al tamaño, deseando una nariz más pequeña o más grande. También la anchura de la raíz nasal puede ser motivo de discomfort. Por último, también existen personas que consultan por una mala función en la ventilación de la nariz.

El paciente ideal es aquel que no se encuentra a gusto con la forma y/o tamaño de su nariz, deseando mejorar alguno de los aspectos mencionados anteriormente. Para obtener unos resultados satisfactorios y evitar complicaciones el paciente candidato a una rinoplastia debe tener un buen estado de salud y ser no fumador.

Existe la rinoplastia cerrada y la rinoplastia abierta. En la primera no existen cicatrices a nivel cutáneo, realizándose la intervención a través de pequeñas incisiones realizadas en el interior de la nariz, en la mucosa nasal. Permite la corrección de pequeñas deformidades del dorso o punta nasal. La rinoplastia abierta presenta una cicatriz en la zona de la columela y permite una exposición completa de toda la estructura nasal, consiguiendo una corrección más controlada y precisa de las deformidades presentes en la nariz. La cicatriz de la columela es prácticamente invisible con el paso del tiempo, por lo que a día de hoy es más frecuente la realización de rinoplastia abierta.

La rinoplastia se realiza en quirófano para garantizar la máxima seguridad antes, durante y después del procedimiento quirúrgico. El procedimiento quirúrgico dura entre 2 a 4 horas según la complejidad del caso y se realiza con anestesia general. Durante la cirugía de rinoplastia se realiza en primer lugar una infiltración con adrenalina (para minimizar el sangrado) y sustancias anestésicas (para minimizar el dolor postoperatorio) de toda la mucosa nasal. A continuación, se realiza la incisión en la columela para elevar los tejidos blandos de la nariz y exponer la estructura osteocartilaginosa de la nariz. Es sobre esta estructura sobre la que se van a realizar las principales modificaciones para conseguir la nariz deseada. Al final de la cirugía se colocan apósitos compresivos y una férula de protección. Después de la cirugía el/la paciente debe mantener la cabeza elevada respecto al resto del cuerpo. Recomendamos permanecer hospitalizado después de la cirugía durante una noche para controlar que el postoperatorio transcurra sin ninguna complicación y con el mayor confort posible para el/la paciente. Al día siguiente de la cirugía el/la paciente recibe la visita del Dr. Mas Debón y es dado/a de alta si no existen complicaciones. El seguimiento posterior se realiza en la consulta.

Tras la cirugía todos/as los/as pacientes reciben tratamiento analgésico para que las molestias sean las mínimas posibles. En general se sobrellevan muy bien y desaparecen prácticamente en torno a la semana. En pocos días los/as pacientes están haciendo vida normal. Sin embargo el edema y moratones de la cirugía puede durar hasta 2 semanas, motivo por el cual hay pacientes que prefieren no incorporarse a la vida pública hasta haber pasado ese tiempo. Es importante que realicen un descanso de la actividad deportiva durante el primer mes postoperatorio. Tras dicho mes se puede retomar la actividad deportiva sin limitaciones.

Los riesgos asociados a la cirugía son afortunadamente muy infrecuentes, pero es importante que los conozcas. Por ello el Dr. Mas Debón te dará toda la información que necesitas acerca de posibles complicaciones. Algunas de ellas son las siguientes:

• Sangrado
• Infección
• Cicatrices patológicas (queloides, hipertróficas…)
• Pérdida cutánea
• Edema prolongado

La mejoría se aprecia rápidamente, pero es necesario dejar pasar un tiempo para que baje la inflamación y el edema de la cirugía. El resultado definitivo se aprecia entre los 6 meses y el año. Durante este tiempo es muy importante asociar el procedimiento quirúrgico unos buenos cuidados de la cicatriz para conseguir que el resultado de la cirugía sea el mejor posible. Las cicatrices se colocan de tal manera que quedan ocultas a la vista.

El resultado final de la rinoplastia es tremendamente satisfactorio para nuestros/as pacientes, constituyendo la técnica quirúrgica más completa y efectiva a la hora de corregir la forma y/o tamaño de una nariz con la cual el paciente no estaba contento. Esto suele contribuir a una mejoría en la autoestima y en la relaciones sociales. 

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